A veces no es mala suerte

Sé que lo que escribiré a continuación molestará a algunas personas. Dicen por ahí que la verdad duele, ¿no?.  Llevo varios años diciendo y comprobando que a veces lo que creemos que es ‘mala racha’ no es más que el resultado natural de nuestras malas decisiones. A veces no es por mala suerte, es porque eres mala gente.

Te podría contar muchísimas historias reales pero eso me tomaría demasiado tiempo y ya escribí un libro sobre este tema. Pero la versión corta es que tenemos que tener cuidado de la manera en que vivimos y cómo tratamos a los demás porque todo tiene su consecuencia y todo se paga. Déjame compartir contigo 5 de las más recientes:

Un hombre adulto es grosero con su madre. Claro, no es que ella sea una pepita de oro, pero es la mamá y debe respetarla.  A los pocos días, así de la nada, él se cayó en la cocina cuando estaba sólo en casa y se hizo una cortada grande en la frente, peligrosamente cerca del ojo y justo encima de otra cortada vieja que había requerido de 7 puntos. ¿Casualidad?

Una mesera hizo un comentario despectivo sobre un cliente. A los pocos minutos ella resbala y cae con una bandeja llena de comida caliente. ¿Mala suerte?

Una mujer se roba las ideas de una compañera y las utiliza para iniciar un negocio. Nunca logra atraer clientes y al ratito quiebra. ¿Mala economía?

Un profesor indispone a un compañero y logra que despidan al compañero aunque éste es inocente. Unas semanas más tarde el profesor tiene un accidente horrible y permanece varios meses hospitalizado. ¿Cosas de la vida?

Una supervisora falsifica firmas para que culpen y despidan a otra supervisora que le cayó mal. Ese mismo día la primera cae por las escaleras de la oficina y se quiebra la pierna en tres lugares. ¿Caso insólito?

Vive tu vida como te dé la gana, pero ten mucho cuidado de no herir, indisponer ni hacerle daño a los demás. Muchas de las enfermedades y accidentes inexplicables que sufren las personas no son más que lo que han atraído a sus vidas por ser mala gente. La Biblia lo dice en Gálatas 6:7. Lo que se siembra, se cosecha

Todo se cosecha aquí, cuando menos lo esperas y de la manera en que menos te lo imaginas. ¿Qué estás sembrando?