El peligro de la cultura de quejas

En tiempos normales (porque esta pandemia ha sido un desafío a la normalidad), ¿qué sucede si no pagas tu cuenta de luz a tiempo? Digamos que la factura dice pagar antes del 6 del mes y a ti te da la gana de pagar el 25, ¿qué sucede?

COVID-19 ha desenmascarado muchos de los malos hábitos que no salían a la luz porque eran fáciles de disimular. Como por ejemplo: no lavarse las manos correctamente, no cubrirse la boca para toser, ser mediocre.

Siempre me ha llamado la atención la conducta de padres y madres hacia los docentes. Es más, hace años dije que escribiría un libro contando anécdotas que he coleccionado durante estos 30 años en el salón de clases. Déjame decirte que nada se compara con la actitud de algunos en 2020. NADA.

Cada par de semanas se escucha de alguna escuela privada que no ha podido continuar sencillamente porque es difícil retener docentes si no se les está remunerando de una manera justa. Uno creería que los padres de familia cuyos hijos están en escuelas privadas que, contra viento y marea, han podido mantener sus puertas abiertas, serían un poquito más conscientes y hasta agradecidos. ¡Pero no! Ahora se quejan porque a los estudiantes les toca presentar sus asignaciones en ciertas fechas específicas. Dime, ¿en qué planeta es malo enseñar responsabilidad?

Varios que se desaparecieron por completo el primer trimestre, recibieron sus boletines sin notas y en lugar de acercarse a preguntar qué podían hacer para recuperar esas notas, empezaron a quejarse y a proferir improperios. Más de uno declaró que no tiene acceso a Internet y su hijo no participará. Entiendo todo eso, pero a la vez exigen que se les ponga nota y no se les haga repetir el grado. Esa parte no me cuadra. ¿Esas calificaciones exactamente de dónde deben tomarlas?

Déjame darte un consejo moderno: cuidadito con tu lengua y tus dedos.

Si tú eres de aquellos que se sienten insatisfechos con todo, que se quejan por todo, que todo les incomoda y te encanta enviar audios gritando tu inconformidad o mensajes de texto pesados: recuerda que hoy día TODO queda de evidencia y TODO se comparte facilito y nunca sabrás cuáles oídos o cuáles ojos te están conociendo. Ese mal genio que tú crees que otros te tienen que tolerar, pronto puede regresar a atormentarte.

Quejarse incesantemente es cultural, ya les parece normal. Pocos se han dado cuenta de las consecuencias que este mal hábito produce en sus propias vidas: escasez, enfermedad, traición…

 

Comentarios
El peligro de la cultura de quejas

5 thoughts on “El peligro de la cultura de quejas

  1. Es lamentable la actitud de estos padres de familia, no se dan cuenta del daño que le hacen a sus hijos al comportarse de esa manera. El quejarse no aporta nada productivo ni constructivo en pro de resolver la situación. Buscar soluciones y ser proactivo es un mejor uso del tiempo. También hay que ser agradecido y demostrarlo con acciones concretas y contundentes. Al leer esto entiendo mejor porque algunos jóvenes se comportan de cierta manera, es el ejemplo que reciben de sus padres. Hay que hacer las cosas diferentes si se espera cambios sostenibles en el tiempo.

  2. Muy atinado, tal como indicas, esta situación del COVID-19 solo ha aflorado situaciones que ya las personas llevamos día a día, siendo a menudo malos hábitos y que lastimosamente son aceptados por la consciencia colectiva.

  3. Hola!! Es lamentable como personas se quejan por todo pero bueno al parecer es la cultura de muchos. Creo que cuando esto pase muchos padres de familia van apreciar más el trabajo de maestros y profesores y no sólo eso muchas cosas más de las cuales no apreciabamos.

  4. Lo dije desde el inicio, esta pandemia a sacado la miseria humama a flote en todos los aspectos, hay muchos a quienes se les cayeron las máscaras (porque no se las quitaron, no tienen esa capacidad), estoy por creer que la crítica se declaró un deporte nacional en algún momento y no nos enteramos. Me quedo con los pocos que han sacado su lado altruista, con los le echan ganas a nadar contra la corriente, con losbquevtrayan de reinventarse, son los pocos pero los hay… O será que son más? y como están batallando no tienen tiempo para escribir y compartirlo?? Quiero pensar que es así

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