Al rescate

Hace unos días una joven publicó en un grupo que ella no habla español y cuando visita a la familia del novio ellos hablan español entre ellos y ella se siente excluida. Según la joven ella le había pedido al novio que le enseñara español pero que ya llevaban dos años juntos y aun no lo había hecho.  Su intención al compartir esto quizás fue coleccionar simpatizantes o encontrar personas que estuviesen de acuerdo con el punto de vista de ella.  Sin embargo, la mayoría de las mujeres en el grupo no reaccionaron como ella esperaba.

He visto una tendencia muy marcada en los últimos años y es que hay muchos que creen que les toca a otros constantemente rescatarles de situaciones que:

1. ellos mismos se buscaron

o

2. les toca a ellos mismos resolver

Mi respuesta a la joven fue que lamentaba su situación pero en realidad no es responsabilidad del novio enseñarle español. Con tantos apps y programas disponibles, en dos años ella ya hubiese logrado cierto nivel de fluidez. Sería injusto pedirle a la familia de él que deje de comunicarse en su lengua materna para que ella no se sienta incómoda.

Parte del problema va más allá de aprender un segundo idioma. Noté la necesidad de criticar a su pareja como si fuese culpa de él que ella no hablara el idioma.  Una de las cosas que constantemente digo es que cuando tú hablas mal de tu pareja, automáticamente estás hablando mal de ti misma porque tú escogiste a esa persona.

Esa actitud de siempre buscar rescate es muy común hoy día. Empieza temprano y casi siempre con gente bienintencionada.

Hace unas semanas una mujer me contactó porque quería que le hiciera una evaluación psicopedagógica a su hija. Resulta que la nena estaba en aula especial en su escuela y recibía adecuaciones curriculares significativas.  Como el año escolar pasado fue virtual, la madre me confesó que ella le hizo todos los trabajos y tareas a la hija. La hija obtuvo calificaciones altas y la escuela se basó en eso para decidir que ya había madurado lo suficiente para no requerir adecuaciones. La madre quería que yo le ayudara a convencer a la escuela de la niña que ella seguía teniendo necesidades educativas especiales. A la madre le pareció importante ‘rescatar’ a su hija, pero lo que hizo fue crear otro problema. No me interesó hacer esa evaluación.

Lo mismo sucede cuando tenemos familiares o amigos que malgastan el dinero para después andar pidiendo ayuda. Creemos que es egoísta no ayudarles, pero al rescatarles de esa situación lo que hacemos es corroborar la creencia que pueden seguir siendo irresponsables con sus finanzas porque ahí estamos nosotros para tirarles dinero.

Otro ejemplo común es cuando una persona sabe que cierta comida le hace daño pero igual la come y queda la familia o la pareja corriendo al médico con ellos.

Es normal necesitar ayuda de vez en cuando y saber aceptar esa ayuda también es importante, pero hay una diferencia entre requerir apoyo ocasionalmente y creer que les toca a todos los demás rescatarnos. No sé si esto debe aprenderse en casa o en la escuela; el punto es que el proceso de madurez exige que seamos responsables de nosotros mismos. Igual que la chica no bilingüe, nos toca aprender a resolver. Menos quejas y más acción.

 

Comentarios
Al rescate

3 thoughts on “Al rescate

  1. Total y completamente de acuerdo con lo expresado. Inclusive algunas personas se molestan porque les digo que no. Mi opinión muy personal es no ser partícipe de rescatar a quien se encargó mediante malas decisiones de cavar su propia tumba.

  2. Definitivamente es importante saber que tenemos la capacidad de hacer las cosas y no buscar excusas, inclusive, dejar que darles esa responsabilidad a otros.

  3. De acuerdo con todo lo expuesto, debemos asumir nuestras responsabilidades, hacer lo que hay que hacer y dejar de buscar culpables a nuestras decisiones, ya sean malas o buenas.

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