Ayer me puse a ver fotos viejas. Fue inevitable sonreir mientras recordaba los eventos y las personas. ¡Cuán rápido pasa el tiempo! Tenía en mis manos fotografías de hace veinte y treinta años. ¿Dónde se fue el tiempo? Miré a esa joven sonriéndole a la cámara y me pregunté ¿Dónde está ella?
Si los que posamos en aquellas fotos antiguas hubiesemos sabido lo que nos esperaba, ¿qué cosas hubieramos cambiado? ¿Qué hubieramos hecho o dejado de hacer?
En verdad la vida es corta. A veces perdemos tiempo valioso en actividades insignificantes y dejamos de pasar tiempo con nuestros seres amados. ¿Cómo se debe sentir aquella persona que pasó los últimos diez años demasiado ocupada para estar con su hija y ahora se entera que muere de cancer y sólo le quedan seis meses?
Celebra tu vida y disfruta de cada momento. Hay muchos que no tuvieron la dicha de ver un día más.