Desayunándose el almuerzo

Un proverbio africano dice que el peligro que corre esta generación es que quieren comerse el almuerzo a la hora del desayuno.  Lo veo todos los días.  Casi todos quieren, de la noche a la mañana, tener un ingreso mensual de cinco cifras, varios carros en el garage, la casa de tres pisos y los viajes a lugares exóticos. Pero muy pocos están dispuestos a hacer lo (legalmente) necesario para lograrlo.

 

Conversaba recientemente con un joven de apenas 15 años con problemas legales que abandonó sus estudios después de hacer séptimo grado 3 veces. Ahora este joven se dedica a nada.  Le pregunté qué quería ser cuando fuera grande. Sin pensarlo dos veces me dijo que soñaba con ser arquitecto.  Casi me caigo de la silla. En verdad esperaba que me dijera que no sabía o que no pensaba en eso. ¿Pero arquitecto? ¿En serio? Sin poder disimular mi sospresa le pregunté por qué. Muy elocuentemente me comentó que le encantaba dibujar, siempre le llamaban mucho la atención los edificios y quería ser rico.  Entonces tuve que preguntarle cómo pensaba llegar a ser arquitecto sin estudiar. No me pudo contestar. Parece que no se había percatado que, especialmente en su caso, los estudios eran importantes.

 

Pero no es el único. Converso con muchos adolescentes semanalmente y todos quieren ser ricos pero pocos están dispuestos a hacer lo que tienen que hacer para alcanzar esa meta. Es que no tiene nada de malo proponerse ser rico: ya basta de pobreza en esta tierra. Pero querer hacerse rico inmediatamente sin estudiar, sin trabajar, sin contribuir, sin un plan, sin destrezas, sin conocer su propósito o a expensas de papi y mami como que no tiene mucho sentido.

 

¿Cuánta gente habrá con esa mentalidad de saltarse los pasos y comerse el almuerzo a la hora del desayuno? Si siembras una semilla necesitas darle un tiempo razonable para que germine y crezca. Al final cosecharás lo que sembraste. Siempre es así.

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