El precio

La gente es rara. Me gusta decir que el ser humano es deleitable. Quieren el premio, la fama, las congratulaciones, la admiración, la comodidad, el estilo de vida, pero no están dispuestos a pagar el precio.

Cuando la gente me pregunta qué necesitan hacer para llegar a la cima: tener el nivel de vida en que no se sufre por pagar cuentas, poder entrar al supermercado y comprar todo lo que necesitan sin tener que comparar precios y terminar escogiendo un producto inferior, les contesto con una pregunta ¿Cuánto estás dispuesto a pagar?

De una vez recurren a las creencias limitantes, el trauma histórico y la programación de la sociedad y aclaran: No quiero hacer nada ilegal.

¡Uf! Y es que nos han programado para creer que la única manera en que uno puede tener éxito es haciendo cosas malas y aprovechándose de los demás. Eso lo hicieron los colonizadores y admito que hoy día hay varios siguiendo ese patrón, pero una gran mayoría logran sus metas sin violar la ley.

Una vez una mujer me dijo que quería deshacerse de algunas libras porque el sobrepeso le estaba afectando la salud, pero rápidamente agregó que no iba a dejar de comer arroz porque le encantaba.

El precio a pagar es alto. Incluye:

  • Alejarte de personas con conductas tóxicas
  • Dejar de desperdiciar tiempo enterándote de los detalles de las vidas de los famosos
  • Abandonar conversaciones infructuosas llenas de chismes, quejas y críticas
  • Dejar de hacerte la víctima para dar lástima
  • Prestar atención a la letra de las canciones que te gustan y sólo escuchar las que te inspiran a ser mejor
  • Hacer ejercicio y comer sano
  • Perder el deseo de re-enviar noticias, memes, fotos o comentarios desagradables por redes sociales
  • Seguir aprendiendo cosas nuevas
  • Convertirte cada año en una versión mejorada de ti mism@
  • Entender que no es necesario que estés en todas las fiestas y parrandas
  • Cumplir tus promesas; tanto las que les haces a los demás como las que te haces a ti mism@
  • Terminar o completar los proyectos que inicias
  • Dejar de tratar de impresionar a los demás
  • Tomar en serio tu salud mental y reconocer cuándo necesitas ayuda

Pocas personas están dispuestas a pagar este precio porque es alto, nunca hay descuentos y requiere que vayas contra la corriente.

En verdad lo que distingue a los que logran sus metas de los que no, son cosas sencillas que tienen efectos grandes. Recuerda siempre que la calidad de tus pensamientos influye sobre tus hábitos y tus hábitos determinan la calidad de tu vida.

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