Los ignorados

Hoy le comenté a una madre que lamentablemente a los niños bien portados se les ignora.  Lo digo porque he pasado unas dos décadas en el aula de clases y sé que es así. No me enorgullece, pero es la realidad.

 

Lo que pasa es que como sociedad estamos programados para enfocarnos en todo lo que va mal. Es triste, pero es la realidad.  Y lo podemos notar en la forma de pensar del pueblo; el tema de conversación generalmente es lo negativo y traumático.

 

¿Cuántas veces no ha sucedido que personas bienintencionadas han dado “consejos” aterradores? Oye, no vayas por esa calle que allí violaron a la hija de Chencha. Oye, no tomes de esa fuente porque Jupitemio escupió en ella. Oye, no comas en Burguer King porque a Plácido le salió una uña de un dedo del pie de alguien en la soda. Oye, no te subas a ese bus que la vez pasada a mi vecina le robaron la cartera….

 

Siempre enfocándonos en lo malo y lo feo. Y como resultado hemos creado una sociedad de personas asustadas hasta de sus propias sombras.

 

Creo que es hora de buscar cosas buenas–que hay muchas–y empezar a integrarlas en nuestras conversaciones.

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