Recientemente ocurrió un accidente con resultados trágicos en una comunidad cercana a la mía. Papá, mamá y una bebita de meses perdieron la vida cuando el carro en el que viajaban se chocó de frente con un carro más grande.
El conductor del carro grande era un niño de 14 años, hijo de un oficial de policía, quien era su pasajero. El sedan lo manejaba un hombre joven, su esposa estaba sentada a su lado con la bebita en brazos.
Los involucrados tomaron muchas decisiones insensatas, pero para mí la peor de todas fue que la madre se sentara adelante con su hijita en brazos. No puedo creer que en pleno siglo 21, la gente aun no capte que es extremadamente peligroso llevar a un niño pequeño en el asiento delantero.
Noto que pese a los constantes accidentes, la gente sigue arriesgando la vida de los que dicen amar. Hace unas semanas vi a una madre joven sentarse detrás del volante con su bebito en brazos, arrancar el carro y manejar. En ese momento traté de llamar su atención, pero estaba muy concentrada retrocediendo su auto para salir del estacionamiento.
Todas las mañanas veo a madres y padres salir de sus barriadas rumbo a las escuelas con los pequeños sentados a su lado o en su regazo.
Parece que se ha convertido en moda y que va en aumento. Tanto que les encanta ver las noticias….pero no aprenden.