Terapia de pareja

Cuenta la tradición que el gran Einstein dijo: locura es continuar haciendo lo mismo de siempre, pero esperar resultados diferentes.   Esas palabras contienen un mundo de verdad. Sin embargo, cambiar una estrategia a la que nos hemos acostumbrado no es tan fácil.

Una de las quejas que más recibo de mujeres en relaciones de pareja es: “no pasa tiempo conmigo, llega del trabajo y se sienta en su computadora a seguir trabajando o se pone a ver su celular y no conversa conmigo”.

¿Qué es lo que suele suceder en estos casos?  La mujer le expresa su inconformidad al hombre, él sale con excusas, ella se resiente y empieza a sentir que no la ama.  Este intercambio se repite una y otra vez. Ella espera que él cambie, él espera que ella cambie: siguen haciendo lo mismo de siempre y honestamente esperan resultados diferentes.

Recientemente una esposa me contó que ella y el esposo llevaban varios años discutiendo por el mismo tema. Le pregunté ¿por qué sigues participando de eso? No me supo responder. Entiende dos cosas:

  • Nosotros no podemos cambiar a nadie. Las personas cambian porque les da la gana.
  • Nada en tu relación cambiará si tú no cambias.

A veces desperdiciamos bastante tiempo tratando de cambiar a la pareja porque estamos convencidas que él (o ella) tiene un problema. Pocas veces estamos dispuestas (o emocionalmente preparadas) para ver el rol que jugamos nosotras en la disfunción.

En lugar de repetir una y otra vez la misma queja, haz esto:

  1. Analiza cuál ha sido tu participación en el problema. Casi nunca la culpa es totalmente de la otra persona.
  2. Entiende que si tus palabras (llanto, amenazas, etc.) no han logrado  tu objetivo, es señal de que tu estrategia no funciona (recuerda la definición de locura, según Einstein).
  3. Pregúntate si la relación vale la pena y merece que te esfuerces por salvarla.
  4. Si tu respuesta a la pregunta 3 es afirmativa, pregúntate qué estás dispuesta a hacer o dejar de hacer para lograr el cambio que buscas.

Si el problema es que tu pareja llega del trabajo y no pasa tiempo contigo, ¿qué te parece si en lugar de reclamarle, te ocupas tú en algo que te agrada y te relaja?  Créeme que a los pocos días de sentir ese cambio en ti, empezará a buscarte. Pero mientras tú sigas con la cantaleta de siempre, él seguirá haciendo lo mismo de siempre.

En conclusión: cambia algo para que algo cambie.

 

 

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