Sin rumbo

Recientemente vi un reel en Instagram en donde una colega apelaba a los padres jóvenes que buscaran ayuda para poder criar mejor a sus hijos.  Sus palabras fueron: cometemos demasiados errores con el primer hijo porque no buscamos información y porque creemos que nos irá mejor con el segundo. No entendemos que un hijo nunca tendrá un segundo par de padres biológicos y el daño que le ocasiona la mala crianza afecta su vida adulta.

Sus palabras me hicieron pensar en lo que está sucediendo últimamente en algunos países y a lo que Panamá ha decidido sumarse. Pero antes déjame contarte una historia.

El año pasado unos estudiantes de décimo grado denunciaron a sus compañeros de clase que estaban haciendo bullying (acoso escolar).  Yo personalmente conversé con todos los implicados y les asigné consecuencias a los cuatro estudiantes; dos varones y dos niñas. La consecuencia para las niñas fue leer un libro de mi autoría llamado Una Chica Diferente, luego presentar una charla resumiendo los puntos más importantes. A los varones les tocó investigar el impacto emocional y mental a largo plazo en las víctimas de bullying para presentar una charla. Las presentaciones fueron hechas delante de un panel de docentes. Ninguno fue suspendido.

No te imaginas mi sorpresa cuando la madre de una de las niñas me puso una querella criminal en la fiscalía por abuso emocional a su hija. No le gustó que le llamara la atención a la niña y menos que la pusiera a leer un libro sobre autoestima.  Pasé meses de mi vida envuelta en un drama sin sentido yendo de oficina en oficina cumpliendo con todos los requerimientos del proceso legal.  Me tocó leer declaraciones totalmente falsas y me tocó ser tratada como criminal porque la ley automáticamente defiende al menor. Tuve que firmar documentos notificándome que tenía prohibido dirigirle la palabra a la menor y que ella podía en cualquier momento llamar a la policía si sentía que estaba en peligro de ser abusada (nuevamente) por mí.

Eventualmente se archivó y desestimó el caso, pero no sin antes darme mucho sufrimiento mental.

Hace unos días en Panamá se aprobó otra ley sin sentido.  La fundamentan en el derecho a la educación, para que suene como algo moderno, necesario e inteligente pero la realidad es que están abriendo una puerta que no van a saber cómo cerrar.  Los niños y las niñas tienen derecho a una vivienda, pero si los padres  no pagan la hipoteca el banco les quita la casa. Los niños y las niñas tienen derecho a electricidad y agua, pero si los padres no pagan les cortan la luz y el agua.  Sin embargo les parece totalmente normal decir que los niños tienen derecho a la educación, pero si los padres no pagan no se les puede suspender.  La educación particular NO ES obligatoria. Quien no pueda pagar la mensualidad tiene la opción de matricular a sus hijos en las escuelas del estado.  Pero decir que no se puede suspender al menor por morosidad es decir claramente:

  1. No les interesa el salario de los docentes que trabajan en escuelas particulares. Si el colegio no tiene la manera de lograr que los padres con morosidad paguen, ¿cómo se supone que el colegio debe cubrir  sus gastos de operación y la planilla?
  2. No les interesa tener ciudadanos de bien. Si no hay consecuencia por la morosidad, te aseguro que un porcentaje alto de padres simplemente no van a pagar lo que deben.  ¿Sabes cómo lo sé? Porque la experiencia me ha enseñado que una persona responsable que está pasando por una situación económica difícil, se acerca al plantel para hacer arreglos ANTES de la suspensión.
  3. No les interesa que los ciudadanos de clase social media tengan acceso a una educación de calidad. Si la morosidad aumenta, los salarios de los docentes se ven afectados y eso significa que las escuelas particulares pequeñas van a tener que conformarse con docentes dispuestos a recibir salarios bajos. No tengo que explicarte que por lo general esto significa  que la calidad se verá afectada.  Los de clase social alta pagan escuelas con mensualidades altas donde la morosidad no es un problema porque las familias poseen los recursos.
  4. No les interesa que la educación particular es un negocio digno y respetable. Las escuelas particulares son un apoyo para MEDUCA. Con esta ley muchas escuelas particulares pequeñas no tendrán otra opción que cerrar sus puertas.

La segunda parte es aun más preocupante. Dice la ley que tampoco se podrá descontinuar el proceso educativo del estudiante por medida disciplinaria. Es decir, no se puede suspender y menos expulsar pase lo que pase.  Esto pone en peligro la integridad física y emocional de estudiantes y docentes.  Hay miles de videos en YouTube de estudiantes agrediendo físicamente a docentes en otros países. Recientemente vi uno de Corea del Sur. Parece que eso es lo que Panamá ha decidido imitar. Que un estudiante que agrede, roba, trae sustancias ilícitas o asalta deba continuar sentado al lado de sus víctimas, como si nada, es preocupante.  Si el agresor tiene derechos ¿el agredido, no?

Esto indica que a las personas encargadas de las leyes:

  1. No les interesa el bienestar ni la integridad física y emocional de tu hijo.  Ahora le podrán hacer de todo en la escuela y tendrá que seguir compartiendo espacio con su agresor.
  2. No les interesa el bienestar ni la integridad física y emocional del docente.  ¿Quién creería que ser maestro se convertiría en un trabajo de alto riesgo? Porque si no es el riesgo de encontrarse con un menor fuera de control interrumpiendo la clase o agrediendo a sus compañeros, es la mamá enojada o el papá irracional exigiendo trato especial.
  3. No les interesa crear un mejor país. Un menor que pasa 12 años de escuela creyendo que puede hacer lo que le da la gana sin consecuencias será otra carga más para la sociedad. Quizás deban empezar a construir más cárceles.

Entonces uno se pregunta qué sigue.

Bueno, esta decisión es individual.  Yo he decidido que no hay motivo alguno para que yo voluntariamente siga participando de esta tragedia.

Comentarios
Sin rumbo