¡El pueblo pide plata!

No se cuándo empezó pero en los últimos años he venido notando una tendencia en Panamá: en las invitaciones a fiestas y bodas se pide dinero en efecivo.

 

Corríjanme si me equivoco, ¿pero no es eso un poquito irrespetuoso? Estoy totalmente consciente de que existen ciertas situaciones en las que “sugerir” regalo en efectivo es lo más apropiado. Recuerdo cuando mi familia se trasladaba permanentemente de Panamá a Belice para vivir. En la iglesia nos hicieron un agasajo y entre los regalos venía un velero decorativo de madera que decía Panamá. El tallado era hermoso, pero era pesado y medía unos 90 centímetros de largo y quizás lo mismo de alto. ¡Imagínense viajar en avión con dos niñas pequeñas (8 y 11 años), mucho equipaje y un barco de madera con puntas filosas!

 

Estoy de acuerdo que si la pareja va a vivir a otro país no tiene sentido que lleven cajas y cajas de vasijas y electrodomésticos. ¿Pero pedir dinero para una fiesta de niños? ¡Es como que te estuviesen cobrando la entrada!

“Ven a celebrar con Juanito su primer añito. Trae plata para pagar tu comida.”

“Nuestra hija cumple 15 años. Ven a celebrar y por ahí mismo ayúdanos a cubrir los gastos”.

Claro, no lo ponen así, pero para mí significa lo mismo.

 

Estoy esperando recibir una invitación que diga: “Hónranos con tu presencia en la fiesta de Pepito. No traigas regalo.”

 

Comentarios
¡El pueblo pide plata!