Aveces me cuesta entender en qué estamos pensando. Somos tan egoístas que preferimos perjudicar a toda una población e incomodar a miles de personas porque no hemos aprendido a valorar lo que tenemos.
Tiramos basura desde las ventanas de nuestros autos, sacamos de nuestras casas las refrigeradoras y los abanicos que no funcionan y las arrojamos a los ríos o dejamos nuestras bolsas de basura en calles «desiertas». Vamos caminando por la calle y dejamos caer los restos de lo que comimos o los «guardamos» en las casetas de teléfonos públicos o cajeros automáticos. Usamos los baños públicos y se nos «olvida» bajar la cadena, dejamos el asiento mojado de orine o dejamos el área de lavamanos lleno de papel y pelo (bueno, esto sólo lo hacen los que no orinan a orillas de las calles) ¿Sigo?
En lo personal pienso que son esos malos hábitos los que obstaculizan nuestro progreso individual. Obtenemos de la vida lo que invertimos en ella.