¿Vivir o morir?

Hace unos días escuché a alguien decir ‘el hogar es el lugar adonde algunos van para vivir y otros van para morir’.  Me llamó mucho la atención esta frase porque la persona que lo dijo se refería al ambiente que creamos en nuestros hogares.

Se supone que el lugar en donde vivimos debe ser nuestro sitio favorito; un espacio que nos permite relajarnos por completo y recobrar nuestras fuerzas, un lugar en donde nos sentimos a gusto y amados, en donde lo más importante es la aceptación total y en donde sentimos la libertad para desarrollar nuestra creatividad.

La realidad es muy distinta para un gran porcentaje de la población. Conozco a varias personas que prefieren andar en la calle con tal de no llegar a casa. Esto puede deberse a varios factores. Quizás no tienen privacidad. Lo cierto es que en estos tiempos es bastante común que varios compartan una sola recámara o un apartamento pequeño.  Una persona que vive en una situación de hacinamiento seguramente sólo llegará a dormir.

Otro factor puede ser el exceso de pleitos. No es inusual que en la familia haya una o dos personas que crean un ambiente de constante discordia y trifulca. Vivir así es agotador.

También puede deberse a la escasez. Muchas personas viven en pobreza extrema y no tienen algunas de las cosas  básicas que muchos damos por sentado.

En fin, hay muchas razones por las que el hogar se convierte en un espacio desagradable. Pero lo importante es que cada uno se responsabilice por lo que lleva a casa. Vivimos en una sociedad en la que es muy fácil señalar todo lo que va mal y buscar culpables pero pocos están dispuestos a mirar hacia adentro y hacer los cambios necesarios.  Hay cosas que escapan de nuestras manos porque como siempre digo: no podemos cambiar a nadie. Pero la buena noticia es que sí podemos cambiarnos a nosotros mismos y a veces eso es lo único que hace falta.

  1. Agradece por todo. Cómprate una libreta y escribe en ella todos los días 5 cosas por las que agradeces. Asegúrate de especificar y de no repetir lo mismo todos los días.
  2. Háblale a tu reflejo. En lugar de mirarte al espejo y criticar lo que ves, mírate y date un cumplido todos los días.
  3. Lleva una sonrisa en el rostro. Sé que es difícil andar reído todo el día, pero de vez en cuando sonríe mientras vas manejando o caminando. Te aseguro que los que te ven querrán saber en qué estás pensando y muchos te sonreirán de vuelta.
  4. Conéctate a tu corazón. Cierra los ojos e imagina que te acercas a tu corazón y lo tocas. Al hacer eso, imagina que enciendes una luz hermosa dentro de ti. Créeme que esa luz se reflejará en tus ojos y empezarás a experimentar la vida de una manera diferente.
  5. Respira profundo. A veces no vale la pena enojarse. Si no vas a resolver nada levantado la voz, mejor respira y déjalo ir.

Casi siempre el cambio que buscamos debe empezar primero en nuestro interior. Cada persona da de lo que tiene y si quieres crear un mejor ambiente en tu hogar, necesitas empezar por crear un mejor ambiente dentro de ti.

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Comentarios
¿Vivir o morir?

4 thoughts on “¿Vivir o morir?

  1. Buen consejo y es verdad hay tanta gente asi en el mundo y lo puedo ver mucho en este pais y es triste ver a personas que aunque tenian casa y familia optaron por convertirse en home less por elección, puede usted creer eso???

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