A plena vista

Hace unas noches vi un documental acerca de mujeres que son abusadoras sexuales. Contrario a la opinión común hay un porcentaje alto de casos, pero por lo general no es un tema del cual la sociedad está dispuesta a hablar.

Generalmente la mujer es la que cuida a sus hijos varones; los baña y los viste desde que son bebés indefensos hasta los 6 ó 7 años de edad. Según los expertos, si ocurre algún tipo de conducta inadecuada en un varón entre esas edades, rápidamente se utiliza la excusa de haber estado aseándolo o vistiéndolo. Cuando varones en pre-escolar se han quejado que la maestra les tocó, nunca hay evidencia.

Otro problema es que cuando los varones entre los 8 y 17 años de edad denuncian el abuso sexual, no se les toma en serio. Algunos hombres que fueron víctimas de mujeres dicen que escucharon a hombres y mujeres adultos decirles que deberían sentirse felices que una adulta les hallaba sexualmente atractivos. Un hombre contó que cuando tenía como 11 años, una trabajadora social convenció a su madre que le permitiera a él vivir con ella y su esposo para que tuviera “la estructura” de un hogar. Esta trabajadora social abusó de él sexualmente durante todo el año que vivió en esa casa.

Hace unos meses una madre se acercó a mí buscando orientación. Su pequeño le había contado que un amiguito pocos años mayor que él le había tocado sus partes íntimas y le había penetrado. Todo esto había sucedido mientras jugaban juntos dentro de la casa a pocos metros de donde se encontraba la madre trabajando. ¡Ambos niños eran  pequeños! Entre el dolor y la confusión surgió el cuestionamiento: ¿Será que nuestros niños ya no están a salvo ni en sus propias casas?

Ya te escucho decir que los tiempos han cambiado y que antes no se veía eso. Te corrijo: los seres humanos son igual de crueles como siempre lo han sido. Si no me crees, revisa bien la historia de las conquistas, la colonización, las cruzadas, los genocidios, las guerras, los secuestros, los prisioneros de guerra y la esclavización de millones de seres humanos. En todos esos eventos hubo abuso sexual porque el abuso sexual por lo general no tiene nada que ver con sexo: es un acto de violencia para mostrar dominancia, poder y control.

Protege a tus hijos y a tus hijas:

  • Suelta la creencia que solamente los hombres adultos son abusadores sexuales. Hace unos años una mujer en terapia contó cómo había sido abusada sexualmente durante muchos años por su hermana.
  • Desde pequeños conversa con tus hijos e hijas sobre sus partes íntimas, quiénes pueden tocarlas y cuándo. Una amiga me contó que su pequeño tuvo un accidente en prekinder y cuando la maestra trató de cambiarle la ropa interior, el niño le dijo que ella no estaba autorizada para tocarle. La maestra tuvo que llamar a la madre, explicarle lo que había sucedido y permitir que la madre le asegurara al pequeño que esta vez sí la maestra tenía permiso de mamá.
  • Cuando lleguen amiguitos a casa asegúrate que jueguen en el mismo espacio en que hayan adultos vigilando. Estar en una habitación cercana no es suficiente.
  • Conoce bien la familia de los amigos de tus hijos. A veces escuchamos a nuestros hijos nombrar a sus amiguitos, pero no nos tomamos el tiempo para conocer a las mamás, los papás, la barriada donde viven y a qué se dedican. Recientemente supe de un niño de primer grado que le guardaba un sobre manila a un compañerito. Cuando a la madre finalmente le dio por abrir el sobre encontró fotos  de pornografía homosexual.
  • Revisa y pregunta. Una madre me contó que encontró una gotita diminuta de sangre en la ropa interior de su pequeña. Al inicio la niña no le quiso contar pero después le dijo que una amiguita le había apuñalado su partecita con un lápiz.  ¿Accidentalmente? ¿A propósito?
  • Crea un ambiente de paz. Hay muchísimos niños y niñas que sufren en silencio cuando son víctimas de abuso. Por favor crea un ambiente tan sano en tu hogar que tus hijos vengan voluntariamente a contarte las cosas.
  • Vigila. Entiendo que las nanas son necesarias, pero hasta donde sea posible vigila cómo cuida de tus hijos. Si son pequeños y le toca bañarlos asegúrate de saber cómo los toca. Si hay que poner cámaras por toda la casa, se hace. He escuchado de *tías o abuelas que al cambiar pañales juegan con el penecito del bebé para ver si logra una erección. También las he visto pellizcar los senitos de las niñas para ver si ya están “maduros”. NO PERMITAS ESO. ES ABUSO.
  • Obedece tu intuición. Nos evitaríamos muchas situaciones lamentables si empezáramos a escuchar nuestra sabiduría interior. Si algo o alguien despierta sospechas no lo ignores.

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