Cómo ser libres

Me encanta decirles a las parejas que el amor nos hace libres. La mayoría no entiende eso y a algunos les aterra la idea porque de una vez piensan que estoy dando paso al libertinaje y la promiscuidad. Se nos ha vendido la idea de pareja como pertenencia y creemos honestamente que a esta persona le toca dejar atrás su individualidad para convertirse en lo que nosotros queremos.  Por eso conocemos parejas que insisten en escogerle la ropa a la pareja, decirle con quién hablar, decidir si debe trabajar o no y controlar todos los aspectos de su vida.

Pero ¿qué sucedería si nos atreviéramos a ser libres? Permitiríamos que otros también lo fueran.

Creo que muchas personas no saben qué es libertad. Según el diccionario:

Libertad es la facultad o capacidad del ser humano de actuar según sus valores, criterios, razón y voluntad, sin más limitaciones que el respeto a la libertad de los demás.

¿Cómo se logra?

  1. Conócete. No es posible que tantas personas conozcan más a su influencer favorito que a sí mismos. Conocerte implica saber qué te gusta, qué te desagrada, cuáles son tus metas, cuáles son tus deseos más profundos, qué decides hacer cuando estás a solas, qué tipo de ser humano quieres ser, cómo quieres ser recordado, qué quieres aportar al mundo.
  2. Respétate. Eres diferente a los demás. En lugar de tratar de rediseñarte para encajar, ten respeto por la persona que eres. No hables mal de ti ni en broma. Protege tu salud e integridad emocional y física.
  3. Acéptate. Hay muchas cosas que haces bien y hay otras cosas que no. En lugar de juzgarte y criticarte por tus debilidades, resalta tus fortalezas.
  4. Inspírate. Usa la vida de los demás para tener una idea de lo que quieres crear en la tuya, pero no para imitar.
  5. Atrévete. A veces creemos que ser uno mismos significa ser grosero y altanero.  Lo que realmente significa es honrar tus propias necesidades, eliminar la urgencia de seguir tendencias y modas si no es lo que te nace. Atreverse significa que a veces hay que nadar en contra de la corriente, otras veces hay que expresar opiniones contrarias a las populares. Significa que no te vas a conformar siendo otra cara más del montón.

La libertad no es para todos porque no todos saben cómo manejarla. Hay personas que necesitan estar bajo el yugo de otros porque si no, no rinden.  La libertad implica que sepas disciplinarte y cumplir con tus responsabilidades sin que otros te lo tengan que estar recordando constantemente. La mediocridad atrae  castigos, amenazas y la pérdida de la libertad.

Recuerdo hace varios años cuando trabajé en un colegio de mucho prestigio. Tuve un coordinador que desde el inicio del año escolar me dejó en paz.  Yo siempre entregaba a tiempo todos los documentos, jamás llegaba tarde al salón y eran raras las veces que los estudiantes tenían quejas de mí.  Un día al final de una reunión le agradecí por no andar sofocándome y darme mi espacio. Su respuesta fue: te he observado y sé que haces bien tu trabajo. Tú no necesitas que te supervise porque te sabes autogestionar.

Ser libre es sólo para valientes. ¿Te atreves?

 

 

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