La fiesta es más importante

Hace unos días conversaba con una joven mujer que por algún motivo empezó a contarme sobre un trabajo eléctrico que era necesario hacer en su casa. Me explicó tantos detalles que yo también quedé convencida de la importancia de hacer esa inversión. Parecía que de no hacerlo pronto estarían en riesgo las vidas de todos los que viven en la casa.

Le pregunté cómo haría para obtener los fondos para hacer semejante trabajo, porque aunque sé muy poco sobre la electricidad y los honorarios de los electricistas, sus explicaciones me dejaron convencida de que se trataba de algo costoso. Me sorprendí mucho cuando me contestó que ya tenía el dinero. ¿Pues si ya tenía el dinero, por qué no había procedido con los arreglos?

Su respuesta me dejó con la boca abierta. Con una gran sonrisa me contó que se acercaba el cumpleaños de su hijita y que no era justo que por un problema eléctrico la chica se quedara sin su fiesta porque ‘lo más importante en la vida de un niño es su fiesta,’ declaró la mujer.

No recuerdo de qué más hablamos porque me quedé atascada en su lógica. Puede ser que me equivoque pero ¿no será que lo más importante en la vida de un niño es tener vida? ¿De qué le servirá haber tenido una fiesta si todos mueren chamuscados?

Bueno, cada uno decide cuáles son sus prioridades y esa decisión trae consecuencias.


amateur photography by michel / Foter / CC BY
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