Maltratado

“No hay nada nuevo bajo el sol”, dijo el sabio. Algunos eruditos piensan que esto fue escrito 1000 años antes del nacimiento de Cristo. Imagínate que hace miles de años alguien observó la vida y la conducta humana y se dio cuenta de esta gran verdad. No hay nada nuevo bajo el sol.

A menudo las personas acuden a mi consulta con una triste historia de cómo se les ha enredado la vida y escucho en silencio porque ya conozco cuál será el final del cuento. No es ni brujería ni profecía, es que los seres humanos somos bastante predecibles. De no ser así, yo no tendría trabajo.

Hace unos años una persona muy allegada a mí me contó su problema. Le ofrecí consejos, basándome en lo que he observado. Esta persona me dijo que yo estaba equivocada y que este caso era diferente. Ha pasado el tiempo y ha sucedido justo como le advertí.

¿Por qué? Porque no hay nada nuevo bajo el sol. Cambian los protagonistas, pero el drama siempre termina igual.

La última vez les escribí de los hombres maltratados y una amiga me sugirió que escribiera sobre los hijos de estas parejas que también se convierten en víctimas del maltrato. Lo he visto demasiadas veces. La mujer se enoja con el hombre porque éste no le ha dado lo que ella cree que debe recibir de él o éste la ha maltratado físicamente, así que ella descarga su ira sobre el hijo.

Esta forma de maltrato es sutil. No siempre deja huellas físicas pues serían evidencia. En su lugar usa palabras que penetran lo más profundo del corazón y se alojan en el subconsciente. En ese lugar secreto, estas palabras se convierten en las creencias del niño acerca de sí mismo, de la vida y de sus progenitores. Es inevitable, pues, que la conducta de este niño se vea afectada.

Decirle a un niño frases como ‘tu papá no te quiere. Si te quisiera vendría a verte’, ‘tu papá no sirve, mira lo que me hizo’, ‘eres igual de inútil que tu papá’, ‘tu papá es estúpido’, ‘eres una basura, mira al padre que tienes’, ‘no vales ni un centavo igual que tu papá’, constituye el nivel más profundo y peligroso de maltrato emocional que existe. Una vez lanzadas estas expresiones, no se pueden recoger y son difíciles de borrar.

Es una lástima que tantas relaciones fracasen y dejen tantos corazones rotos. Es una lástima que tantos hombres y mujeres sufran a mano de la persona que les juró amor eterno. Pero más lástima da ver cómo algunas mujeres pueden deliberadamente destruir el fruto de su propio vientre por venganza.


Zuhair Ahmad / Foter / CC BY-NC-SA
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