Pepitas de oro

Hace 31 años yo tenía toda la energía del mundo y no me dolía la espalda. No tenía ni una sola cana, ni celulitis, ni estrías. Tenía un título universitario, tenía evidencia de haber obtenido calificaciones excelentes y tenía trabajo. ¿Sabes qué me faltaba? Sabiduría.

El diccionario define la palabra sabiduría como el conjunto de conocimientos amplios y profundos que se obtienen mediante la experiencia y el tiempo.  La sabiduría es lo que nos capacita para reflexionar y sacar conclusiones que nos dan discernimiento; es el grado más alto de conocimiento.

El regalo más grande del envejecimiento es la sabiduría. Sin embargo todos conocemos personas de gran edad con la mente y el corazón vacíos. No por senilidad; por haber seguido al pie de la letra todos los lineamientos ridículos de la sociedad, incluyendo ver el envejecimiento como una maldición o una tragedia.

Con la llegada de cierta edad se pierden algunas cosas, pero se ganan otras. Sin embargo la cultura dominante insiste en enfocarse en todo lo perdido y convencernos que esto disminuye la valía y el merecimiento. A raíz de esto vemos personas inteligentes paralizarse por completo añorando un pasado en el que no tenían ni una onza de sabiduría, pero podían bailar toda la noche sin cansarse.

La cultura dominante le tiene miedo a la madurez. Por eso nos hace creer que la vejez es solamente un período de achaques y malestares en que uno casi casi tiene que mudarse a vivir en la policlínica más cercana. La palabra ‘vieja’ se vuelve insulto y ‘te ves igualita’ es el piropo más sublime.

La mujer madura que ha despertado tiene algo que es una amenaza para el machismo, la misoginia, el racismo, el abuso, la destrucción del medio ambiente y la injusticia. La mujer madura que ha despertado porque la que duerme desperdicia su tiempo viendo novelas, atendiendo al hombre adulto como si fuera un niño, castrando a los hijos varones, juzgando a las hijas, creyendo que el chisme es normal y aceptable.

El hombre maduro que ha despertado también es una amenaza. Este hombre entiende que juega un rol crucial en la estabilidad de la sociedad, que la protección que brinda va más allá de sus cuatro paredes y que su propia redefinición de la masculinidad le pondrá fin al patriarcado.

Envejecer no tiene por qué ser traumático porque es un proceso natural.

  1. Come bien
  2. Haz ejercicio
  3. Ten pensamientos sanos
  4. Sigue estableciendo metas
  5. Descubre tu sabiduría interior y utilízala para impactar tu pedacito del mundo.

Tu sabiduría es una mina de oro– comparte esa riqueza.

 

 

 

 

 

 

 

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